Cuando una persona va por primera vez al psicólogo suele tener muchas dudas, pues le resulta algo desconocido y puede sentirse nerviosa ante esta situación. Además, la psicología, hoy en día, sigue siendo una profesión llena de mitos y tabús, por ello en esta sección queremos resolver algunas de esas cuestiones que se te pueden plantear cuando has decidido ir al psicólogo. Si tienes alguna otra pregunta que no se recoja en este apartado, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través del teléfono o del correo electrónico e intentaremos resolverla.
¿Qué es la terapia psicológica?
La terapia psicológica se basa en el establecimiento de una relación de confianza y empatía con un psicólogo, que puede analizar los problemas de la persona de manera objetiva y basándose en sus conocimientos y experiencia.
Existen muchas maneras de hacer psicoterapia, aunque no todas ellas tienen los mismos objetivos ni se basan en los mismos presupuestos a la hora de analizar los problemas de las personas. En Mens Sana Psicología ofrecemos una terapia de orientación cognitivo-conductual con terapias de tercera generación como Minfulness y Terapia de Aceptación y Compromiso
El clima adecuado para una terapia psicológica se establece a través de una comunicación basada en el respeto y la aceptación del paciente. A partir de aquí, se analizan las causas de origen y mantenimiento del problema y se proponen cambios, respetando en todo momento las necesidades y los tiempos de la persona. Se proponen tareas y se entrenan técnicas que ayudan a la superación de sus dificultades. El psicólogo ayuda a la persona que acude a consulta a reformular su visión de los problemas y hace propuestas de cambio, siendo en todo momento la propia persona la que decide sobre sus objetivos y los cambios que quiere lograr.
¿A quién va destinada la terapia?
La terapia psicológica está dirigida principalmente a dos grupos de personas:
Por un lado, está orientada a aquellas personas que presentan un problema psicológico (por ejemplo, ansiedad, depresión, fobias, estrés, problemas de conducta, etc.). En estos casos, el objetivo principal de la terapia será, en primer lugar, el control de los síntomas que se presenten y el aprendizaje de estrategias y habilidades que prevengan la reaparición de los síntomas.
Por otro lado, la psicoterapia también está orientada al crecimiento personal y resolución de problemas. No es necesario presentar un trastorno psicológico para poder beneficiarse de la ayuda psicoterapéutica. Dentro de este grupo de personas encontramos, por ejemplo:
- Dificultades de adaptación a nuevas situaciones vitales (duelo, separación, cambio de residencia, etc.)
- Mejora de habilidades personales (habilidades sociales, estrategias de afrontamiento, etc.)
- Asesoramiento en procesos de toma de decisiones y solución de problemas: a nivel laboral, familiar, personal, etc.
- Mejora del rendimiento escolar, estrés ante los exámenes, aprendizaje de técnicas de estudio, etc.
¿Podré contarle mis problemas a un extraño?
Es normal que antes de la primera sesión algunas personas se sientan inhibidas, incluso puede dar vergüenza ir al psicólogo. Puede pensar “me va a juzgar” “seguro que piensa que soy raro/a” “¿y si no me entiende?” “¿y si no puede ayudarme?”. Nuestra premisa es la aceptación incondicional de la persona que acude a consulta, sin juzgarla, tratando de conocerla desde la empatía y el respeto absoluto.
Un psicólogo es un profesional preparado que se rige por un código deontológico y respeta siempre la confidencialidad con el cliente, por lo que todo lo que se hable en la consulta no podrá ser contado a terceras personas sin su permiso. Nuestro objetivo es ayudar a las personas a buscar soluciones, una guía para conseguir un cambio positivo que mejore la calidad de vida.
¿Por qué no es lo mismo hablar con el psicólogo que con cualquier otra persona?
Es importante tener una buena red de apoyo social, con amigos y familiares, ya que te pueden aconsejar desde su perspectiva personal y su experiencia. Pero ellos no son expertos en potenciar cambios, enseñarte nuevas estrategias para afrontar las cosas y ayudarte a salir de círculos que parecen sin salida, a menudo complicados. El profesional que nos puede ayudar en estos casos y el experto en potenciar cambios es el psicólogo.
¿Debo decir a los demás que visito al psicólogo o debe ser un secreto?
Nuestro consejo es que esto no lo decidas ahora, de momento céntrate en ti mismo y en la terapia, y poco a poco decidirás si debes expresarlo abiertamente, sólo con tu círculo más cercano, o mantenerlo dentro de la propia intimidad.
Seguro que cuando tengas que decidir esto, ya tendrás en tu mano las herramientas emocionales necesarias para que esto no suponga ninguna discusión en tu interior.
Esto es aplicable a las terapias de otros seres queridos; hijos, padres, hermanos…
Acudir al psicólogo debería ser como acudir al médico, pero lamentablemente en nuestra sociedad aún no hemos avanzado lo suficiente como para que sea una situación normalizada. Afortunadamente, cada vez es más común ver a personas que lo hablan abiertamente, entendiendo al psicólogo como un profesional más de la salud, cuya finalidad es ayudar en el bienestar diario.
Nuestra política de confidencialidad es garantía de privacidad máxima.
¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra?
Un psiquiatra es un médico que ha realizado la especialidad en psiquiatría, por lo que aborda los problemas de salud mental desde una perspectiva fundamentalmente psicofarmacológica (recetando fármacos).
Por el contrario, el psicólogo es un profesional capacitado para prevenir e intervenir sobre los problemas relacionados con la salud mental mediante técnicas psicológicas, cuyo objetivo es conseguir cambios profundos y duraderos en la persona. Un psicólogo no está autorizado a prescribir tratamiento farmacológico.
¿Sólo se habla del pasado y de los traumas?
Las técnicas que utilizamos en Mens Sana Psicología se centran fundamentalmente en el presente, y dotan a la persona de herramientas para ayudarla a resolver posibles problemas futuros. Los problemas del pasado sólo se tendrán en cuenta en la media que ayuden a entender lo que está ocurriendo en el presente.
No es necesario que hayamos sufrido traumas para tener problemas psicológicos.
¿Realmente mis datos y conversaciones nunca serán compartidos a terceros?
Este es uno de los principios básicos de la psicología que respetamos hasta la obsesión, el contenido de las conversaciones entre psicólogo y paciente nunca saldrá de la consulta, cumpliendo con el código ético del ejercicio de la profesión.
El paciente mayor de edad es el único autorizado a que sus datos (en el caso de informes externos o cualquier circunstancia que el tratamiento requiera) salgan de la consulta, si lo solicita.
Si un familiar o persona cercana se pusiera en contacto con Mens Sana Psicología por algún asunto relacionado con la terapia en consulta de un paciente, sólo podría hablar con el psicólogo tras el expreso consentimiento del paciente, igualmente el paciente será informado de dicha circunstancia.
Toda la información que se solicite sobre las terapias se ofrecerá a los familiares y personas cercanas al paciente antes del inicio del tratamiento, pero una vez iniciado el tratamiento, el paciente mayor de edad hace uso de su derecho de estricta confidencialidad.
Además cumplimos con la Ley de protección de Datos de Carácter Personal: Todos los datos son tratados con absoluta confidencialidad, no siendo accesibles a terceros para finalidades distintas para las que han sido autorizados.
Cuando se imparte terapia con menores de edad, ésta siempre debe ser autorizada por los tutores legales del menor. Cuando el menor se encuentra por debajo de los 14 años de edad, la terapia se realiza en estrecha colaboración con los padres.
Con preadolescentes y adolescentes (y tras la primera entrevista con los padres) se hace imprescindible la confidencialidad para el buen desarrollo del trabajo terapéutico, y para facilitar que el joven se exprese libremente con el psicólogo. La comunicación entre padres y psicólogo se establecerá por carta en sobre abierto entregada por el menor, telefónica en presencia del menor o en la consulta con autorización del menor. Dicha confidencialidad sólo se quebrantará en el caso de que exista riesgo para la salud o integridad del menor y siempre se comunicará a los padres en presencia del mismo.
Estas circunstancias se valorarán por el psicólogo de acuerdo a las necesidades específicas de cada terapia, madurez del adolescente y circunstancias concretas. Recomendamos que el menor sea el que realice los pagos tras cada consulta para ser consciente del coste y el esfuerzo económico que realizan sus padres, motivando a la vez la realización de tareas a realizar en su domicilio o entorno.
¿Cuánto tiempo dura un tratamiento psicológico?
Una terapia no necesariamente tiene que ser larga. Dependerá de muchos factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace que se mantiene, la confianza en la intervención psicológica, la motivación de la persona y su implicación en la terapia, entre otros.
Puede haber muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas puntuales en algún tema (ej.: laboral) que con muy pocas sesiones se pueden resolver. Otros pueden formar parte de un problema psicológico y entonces su tratamiento puede ser más largo. Con “largo” no nos referimos a una cuestión de años sino que en unos meses puede quedar resuelto, el tiempo necesario para conseguir los objetivos que la persona ha marcado en el inicio de la terapia.
La intervención psicológica normalmente inicia con una sesión semanal y progresivamente estas sesiones se van espaciando en el tiempo.
¿Cuánto dura una sesión?
Las sesiones duran aproximadamente 1 hora.