Tips para aumentar la motivación en el trabajo
Desde nuestra área de tratamiento psicológico a adultos en Cartagena os traemos una serie de tips para aumentar la motivación en el trabajo.
Rendir en el trabajo es una cosa, y ser feliz con el trabajo es otra. Sin embargo, en la práctica, es muy habitual que ambos procesos se relacionen mucho entre sí, y los hábitos que nos hacen capaces de rendir más potenciando nuestra productividad, también nos hacen más propensos a disfrutar de ese proceso.
En este artículo hablaremos acerca de las claves psicológicas para comprender cómo aumentar la motivación de uno mismo en el trabajo, es decir, cómo auto-motivarnos en la faceta laboral de nuestras vidas.
¿Qué es la motivación?
La motivación es el conjunto de elementos psicológicos que lleva a los seres humanos y a muchos otros animales a involucrarse en actividades para alcanzar una meta a corto, medio o largo plazo, a través de acciones deliberadas dado un contexto determinado.
Es decir, que la motivación no es lo que está detrás de acciones automáticas en las que no median las funciones psicológicas superiores (el razonamiento, la capacidad de pensamiento abstracto, etc.), como por ejemplo los arcos reflejos al golpear un nervio y otras consecuencias de activar un “circuito cerrado” del sistema nervioso. Lo que nos hace estar motivados no es lo que nos lleva a realizar movimientos enteramente involuntarios y que no podemos controlar, sino lo que nos predispone a orientar nuestra atención y nuestra conducta hacia objetivos que podemos alcanzar combinando acciones voluntarias de manera más o menos coordinada.
Eso no significa que la motivación siempre vaya de la mano de un largo proceso de reflexión acerca de lo que nos conviene o sobre lo que podemos hacer para alcanzarlo; de hecho, algunas veces, actúa como combustible para embarcaros en actividades muy simples y que decidimos realizar de manera más o menos improvisada; en algunos casos, las acciones necesarias para alcanzar esa meta a la que aspiramos de manera más o menos espontánea son tan simples que prácticamente no necesitamos ni pensar a través de frases y palabras (por ejemplo, cruzar un riachuelo para llegar a un lugar con buenas vistas que está al otro lado).
Sin embargo, lo que debe quedar claro es que en la motivación hay siempre una predicción acerca de l que podríamos conseguir si realizamos determinadas acciones, y una cierta planificación de lo que se va a hacer, aunque tan solo sea segundos antes.
Por otro lado, el concepto de motivación está muy asociado al de necesidad. Las necesidades son las predisposiciones psicobiológicas que nos llevan a desear contar con determinadas experiencias en nuestro día a día de manera más o menos frecuente. Además, tanto las motivaciones como las necesidades pueden presentarse en varios grados de intensidad: en algunos casos apenas influyen en nuestro comportamiento, y en otros acaparan casi toda nuestra actividad física y mental.
Tipos de motivación en el trabajo
Por otro lado, es posible clasificar la motivación en diferentes tipos. La clasificación más conocida es la que establece dos categorías: motivación intrínseca y motivación extrínseca. En la primera, la actividad que nos planteamos realizar aporta por su propia naturaleza el incentivo que nos mueve a intentar lograr una meta, mientras que en la segunda, la meta a la que aspiramos es técnicamente un instrumento para que desde fuera nos otorguen aquello que de verdad nos interesa lograr.
Cuando estudiamos para un examen básicamente para poder obtener un título que nos permitirá realizar actividades que nos interesan, nos mueve la motivación intrínseca, y cuando lo hacemos porque el hecho de aprender y ponernos a prueba nos estimula y nos da placer, nos mueve la motivación extrínseca. Por supuesto, a la práctica pueden solaparse ambas, aunque estas vías de motivación tienden a competir entre sí, dado que se restan protagonismo mutuamente.
4 tips para aumentar la motivación en el trabajo
Ten en cuenta estas estrategias y recomendaciones para potenciar tus habilidades de auto-motivación en el contexto laboral.
1. Transforma tu espacio de trabajo en un lugar libre de distractores
Las distracciones desgastan la capacidad del trabajo para atrapar nuestra atención y, por consiguiente, para que tenga la oportunidad de motivarnos. Por eso, quedarnos a solas con aquello que debemos hacer hará más probable que nuestra atención se centre en eso y lo percibamos como un reto que os está llamando a participar en él.
Así pues, examina tu espacio de trabajo y detecta elementos que te pueden estar distrayendo. No solo dispositivos electrónicos innecesarios que emitan luces y sonidos, sino también mini-neveras que te expongan siempre a la tentación de comer sin tener hambre, sillas incómodas, o incluso cuadros que te gusten demasiado para estar ahí.
2. Divide tu tarea del día en varias más pequeñas
Fraccionar tus tareas del día a día te servirá para que veas esos pequeños objetivos como algo muy accesible y ante lo cual no tiene sentido “dejarlo para otro momento”. El hecho de sentir que tienes esa pequeña meta casi en la punta de los dedos tirará de ti, haciendo que te muevas hasta alcanzarla. En cambio, si no la divides en varios trozos, será más posible que esa imagen de todo el trabajo que te queda por hacer te intimide y pensar en ella te haga sentir mal, con lo que te motivará menos.
3. Acostúmbrate a tener programados de antemano los momentos de descanso
No escatimes con la cantidad de ratos de descanso por los que pasarás en tu día a día. Si no lo haces, es posible que improvises con ellos y termines usando esos descansos espontáneos para dejar que tu trabajo se acumule… lo cual te puede llevar a intentar no pensar en el trabajo para no sentirte mal.
Para evitarlo, asume que vas a estar haciendo pequeños descansos prácticamente cada hora, pero al menos ponles un inicio y un final claros. De ese modo podrás ir cargando tus baterías mentales y te sentirás siempre a punto para seguir adelante con el reto que te has propuesto ese día.
4. Carga energías llevando una vida sana
La capacidad de motivación en todo lo relativo al trabajo está muy relacionada con los hábitos de vida de tu vida personal. Si duermes poco o comes mal, dispondrás de poca energía en general, y eso te generará malestar al intentar alcanzar objetivos en lo profesional.
