¿Puede un adicto recuperarse y seguir siendo la misma persona que solía ser?
Desde nuestra área de tratamiento de adicciones en Cartagena queremos dar respuesta a la siguiente cuestión: ¿Puede un adicto recuperarse y seguir siendo la misma persona que solía ser?
Cuando una persona toma la decisión de recuperarse es que usualmente ha tocado algún fondo. Recordemos que tocar fondo es una vivencia subjetiva de hartazgo y desesperación que varía entre las distintas personas. Para unos puede ser un ultimátum de la pareja o la familia y para otras cosas mucho más fuertes como, por ejemplo, robar o perder un trabajo.
Se dice que hay tres fondos si no se elige el camino de la recuperación: cárcel, hospital o muerte. Son ejemplos extremos de hasta donde se puede llegar si la persona no decide cambiar. La persona que padece la enfermedad de la adicción ha ido construyendo durante mucho tiempo su identidad social como adicto en activo. Recuperarse implica realizar un cambio en la identidad social como adicto en recuperación.
A veces no es una cuestión de edad. Si bien las estrategias de prevención pueden tener mayor efecto en los jóvenes, una vez que se da desarrollado la adicción es más difícil que una persona joven este dispuesta a realizar las renuncias que otra persona más madura haría sin dudar.
¿Puede un adicto recuperarse y seguir siendo la misma persona que solía ser?
La respuesta a esta pregunta es sí y no a la misma vez. Obviamente, se conservan muchas cosas además del nombre y los apellidos. La disposición genética, el temperamento y las vivencias del pasado asociada al tránsito por los distintos momentos evolutivos que conducen a una persona hasta el momento presente son cosas que se mantienen.
Los defectos de carácter, estilos atribucionales o determinados estereotipos son como sombras que persisten durante el proceso de la recuperación. No se pueden hacer desaparecer, pero se pueden gestionar. Permanecen “agazapados” esperando el momento propicio para retornar.
Las personas no pueden controlar las emociones que experimentan o el momento en que aparecen. También se ven muchas veces invadidas por pensamientos o impulsos indeseados que no desearían tener en su cabeza.
El cambio no tiene que ver con apretar los puños y apelar a una “fuerza de voluntad” que sistemáticamente ha demostrado su fracaso. Hay muchas cosas que una persona puede cambiar. Ser consciente de aquellas cosas sobre las que una persona puede ejercer más control es el inicio de este camino.
Dentro de las cosas que podemos cambiar y controlar están nuestras palabras, actos, hábitos, actitudes y valores. Aunque necesaria, no es esta precisamente una tarea que podamos definir como simple o sencilla. Requieren de un compromiso tremendo y un constante ayuda terapéutica especializada en adicciones.
Los regalos de la recuperación
Al final el esfuerzo que requiere este cambio compensa. Esta es, al menos, la opinión de cientos de adictos en recuperación, provenientes de más de 20 programas de recuperación, a los que se les hizo un seguimiento de casi 20 años. Los resultados de este estudio fueron publicados en el Journal of Substance Abuse Treatment.
Se evaluaron un grupo de indicadores de recuperación como la salud física y mental, la abstiencia, la satisfacción con el entorno y las relaciones. De forma general se pretendía observar el nivel de funcionalidad que se podía llegar a alcanzar en la vida cotidiana.
Los indicadores más beneficiados con la recuperación y el mantenimiento de la abstinencia fueron una mejora considerable de la salud física y mental. De forma general, la recuperación impacta positivamente sobre la funcionalidad de la conducta en la vida cotidiana.
Otro estudio realizado más recientemente en tres países europeos, analizó la relación de tres estadios de la recuperación (temprana <1 año; sostenida 1-5años y estable >5años) con un grupo de problemas sociales. Los resultados parecen resaltar lo obvio, mientras mayor tiempo se mantenga una persona en recuperación resulta menos probables que tengan problemas de vivienda, con la ley o usen drogas. También se observó que resulta más probable que puedan mantener un trabajo o completar sus estudios.
De forma general podemos afirmar que sin cambio no es posible la recuperación. No es este un proceso fácil y se necesita ayuda para conseguirlo, pero a la larga compensa.