Psicólogo adicciones – Excusas para no comenzar a tratar el alcoholismo
Desde nuestra área tratamiento de adicciones en Cartagena queremos hablaros acerca de las excusas para no comenzar a tratar el alcoholismo.
Si se las escuchas a un familiar, amigo, o incluso a ti mismo, te animamos a dar un paso adelante y consultar a un profesional especialista en adicciones para valorar si es necesario tomar algún tipo de medida.
Si hay un hecho que se repite con frecuencia entre las personas que padecen un problema de alcoholismo es su reticencia a someterse a tratamiento. Mientras que en el caso de cualquier otra enfermedad todos tenemos claro que la ayuda de profesionales a nivel psicológico es imprescindible, cuando se trata de una adicción al alcohol siempre surgen mil y una excusas para no hacerlo. A continuación mencionamos algunas de las más comunes.
Excusas para no comenzar a tratar el alcoholismo
Aunque son muchas más, aquí van algunas que de las más frecuentes:
1 No tengo ningún problema
La fase de negación es la parte más complicada, ya que es imposible convencer a alguien de buscar ayuda si no admite abiertamente la existencia del problema. Por eso muchos alcohólicos niegan la gravedad de su adicción, ya que de este modo pueden seguir con su estilo de vida y no se ven obligados a hacer cambios.
2 ¿Qué van a pensar de mi?
El estigma social es otro factor que se utiliza como excusa para no comenzar a tratar el alcoholismo. Mientras el alcohólico puede evitar acudir a tratamiento siempre podrá justificar ante los demás su adicción como un comportamiento ocasional, pero someterse al mismo es un reconocimiento del problema que puede conllevar sentirse juzgado por los demás.
3 Puedo dejarlo en cuanto me lo proponga
Minimizar la magnitud del problema es otra de las excusas para evitar el tratamiento, y la forma más habitual de hacerlo es tratar de convencer a los demás de que todo está bajo control.
4 Todo el mundo bebe
Otra razón para no abordar el problema es dar la excusa de que el alcohol es un producto de uso común. Si todo el mundo bebe y lleva una vida normal, ¿Por qué mi caso es diferente?
5 No me imagino mi vida sin probar el alcohol
A la adicción no se llega de la noche a la mañana. Para que una persona se haga adicta al alcohol, la costumbre de beber ha de estar muy enraizada en su estilo de vida, y hay quien no es capaz de imaginarse tener que llevar a cabo cambios de tanto calado.
6 No perjudico a nadie
Una excusa muy común para no comenzar a tratar el alcoholismo es la que justifica el consumo como algo propio que no afecta a los demás en modo alguno. Esta es una forma de auto engaño muy frecuente, ya que el alcohólico no sufre las consecuencias de su adicción por sí solo, pues generalmente siempre hay alguien en su entorno, familia o amigos, que también lo hace al ver como esa persona destruye su vida.
7 No puedo dejar de lado mis obligaciones
El acudir a un centro de rehabilitación es, según ellos, un impedimento que les aleja de cumplir con sus obligaciones familiares y laborales. Resulta curioso que mientras que el alcohol les aleja en muchas ocasiones de éstas, los adictos las pongan como excusa para no comenzar a tratar los problemas de adicción al alcohol.
8 No me puedo permitir el coste
La cuestión económica también se esgrime frecuentemente como una de las excusas para no acudir a una clínica para dejar el alcohol. Pero no deja de ser eso, una excusa más para no comenzar el tratamiento del alcoholismo, porque es frecuente que haya muchos gastos superfluos (empezando por el propio alcohol).
9 Necesito beber para superar mi situación
También se justifica el consumo de alcohol como el único modo de poder sobrellevar una situación difícil. Ya sea una consecución de acontecimientos adversos que han afectado el estado de ánimo de forma significativa o cualquier otra circunstancia, algunos adictos se agarran a las desgracias que deben abordar para no querer dejar el alcohol.
10 Me da miedo afrontar el síndrome de abstinencia
El alcohólico sabe de la dureza de tener que desintoxicarse. El síndrome de abstinencia es un momento complicado que implica sufrimiento, y muchas personas temen tanto enfrentarse a esa situación que incluso siendo conscientes de su problema, prefieren eludir el tener que pasar por ella.
Importancia del tratamiento del alcoholismo
El tratamiento del alcoholismo es fundamental para la salud y el bienestar de la persona adicta.
En primer lugar porque se trata de un problema que cuando no se aborda de manera decidida termina por llevar al afectado hacia una espiral de destrucción que suele acabar con su vida familiar y profesional. Y en segundo, porque está sobradamente comprobada la efectividad de los tratamientos que se aplican.
El proceso no es sencillo y requiere de una mentalidad decidida, además de un constante apoyo del entorno. Pero sin lugar a dudas, a pesar de la dificultad que implica, merece la pena, ya que permite al adicto volver a tomar las riendas de su vida y reconstruirse como un individuo útil para la sociedad.