Los efectos de las noticias en nuestra salud
Desde nuestro centro de psicologos en Cartagena queremos hablaros los efectos de las noticias en nuestra salud.
La pandemia actual y el confinamiento nos han expuesto como ninguna otra situación a los medios de comunicación, que se han convertido en nuestra única ventana al mundo en un periodo de gran incertidumbre y soledad. Justo cuando más vulnerables psicológicamente hemos estado, los medios de noticias han alcanzado cifras récord de audiencia.
A los medios de comunicación tradicionales se han sumado otros canales ,redes sociales, podcast y blogs, que siempre están disponibles y han terminado por sumirnos en un auténtico maremágnum de noticias desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos.
De hecho, uno de los primeros estudios realizados sobre la cobertura mediática que se ha realizado de la pandemia de Covid-19 reveló que el consumo de los nuevos medios de comunicación generaba síntomas más agudos de depresión, ansiedad y estrés, en comparación con los medios de comunicación tradicionales. Los investigadores de la Universidad Normal de Tianjin también comprobaron que la forma de presentar las noticias cuenta. Aquellas que enfatizaban los aspectos más positivos o mostraban el contenido de manera más neutral nos desestabilizaban menos.
Imbuidos en ese flujo constante de información/desinformación, no es extraño que hayamos caído en un círculo vicioso particularmente peligroso. Cuando creemos que existe una amenaza para nuestra vida o estabilidad, nos preocuparemos y queremos recopilar la mayor cantidad de datos posible para comprender “mejor” lo que está sucediendo y tomar decisiones informadas.
El problema es que eso nos conduce a consumir más noticias que, cuando son contradictorias o sensacionalistas, en vez de aclararnos nos sumen aún más en la confusión.
De hecho, investigadores de la Universidad de California comprobaron que las personas más preocupadas por las consecuencias de los eventos suelen consumir más noticias durante el periodo previo a que ocurran, lo cual se revierte en un peor desempeño psicológico cuando el problema finalmente se materializa. Es decir, consumir más noticias no suele prepararnos mejor para los problemas que se avecinan.
Eso, por supuesto, no significa que debamos estar desinformados. Pero quizá deberíamos acercarnos a las noticias con una actitud más cauta y crítica.
Consecuencias de las noticias en nuestra salud
Una investigación realizada en el Hospital Louis-H. Lafontaine de Montreal comprobó que leer noticias negativas durante apenas 10 minutos produce un aumento de cortisol, la hormona del estrés, en las mujeres. Esas noticias también son recordadas con mayor nitidez, lo cual significa que nuestro cerebro las percibe como una amenaza.
Otro estudio desarrollado en la Universidad de Misuri comprobó que las noticias negativas aumentan nuestro ritmo cardíaco, lo cual podría tener implicaciones graves para nuestra salud a largo plazo si nos exponemos continuamente a un alud de noticias negativas día tras día. De hecho, la exposición de 4 horas o más a la cobertura mediática sobre los atentados del 11 de septiembre aumentó hasta en un 53% las probabilidades de tener problemas cardiovasculares durante los tres años posteriores y otros problemas de salud.
No es extraño. Vemos las mismas noticias, una y otra vez. Sabemos que no es ficción. Hay alguien que está sufriendo o que lo está pasando mal. Y eso termina dejando una huella emocional que puede tener un impacto en nuestra salud.
Otro estudio desarrollado en la Universidad de Texas comprobó que la exposición a los medios de comunicación fue un factor predictor de los niveles de ansiedad. Estas personas reportaban niveles más bajos de optimismo y una mayor angustia psicológica.
En realidad, el problema no es la noticia en sí, sino su repetición. El bombardeo. Los nuevos detalles traumáticos que se añaden para llamar la atención. Porque hace mucho tiempo que las noticias se han olvidado de su objetivo principal, informar, y se han convertido en una fuente de entretenimiento más a la que es necesario añadir drama para mantenernos pegados a las pantallas. De hecho, tras analizar las noticias en 14 países, psicólogos de la Universidad Nacional de Taiwán alertaron de que el tratamiento sensacionalista de las mismas ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
Y nadie es inmune. Aunque algunos sean más sugestionables que otros, psicólogos de la Universidad Abierta de los Países Bajos constataron que las noticias afectan nuestro estado de ánimo, generando emociones negativas y borrando las positivas, independientemente de nuestras características de personalidad.
Por tanto, en la era de la infoxicación, necesitamos asumir una actitud proactiva, que quizá signifique reducir el consumo de noticias y/o elegir fuentes fiables que realmente nos informen en vez de limitarse a generar alarma o añadir detalles morbosos. Nuestra salud mental y física nos lo agradecerá.