Estrategias para reequilibrar el deseo sexual en la pareja
Desde nuestra área de terapia de pareja en Cartagena queremos ofreceros estrategias para reequilibrar el deseo sexual en la pareja.
Cuando no tenemos ganas de tener sexo, no apetece y no sabemos por qué, el cansancio, la falta de comunicación con tu pareja o falta de tiempo influye más de lo que pensamos en el deseo sexual. El deseo sexual hipoactivo afecta a muchas personas, tanto hombres como mujeres, y a muchas parejas. Además, en los últimos años ha crecido el número de hombres que acuden a la consulta sexológica con esta queja, que tienen poco deseo sexual, que no saben por qué y que no saben cómo volver a activarlo.
Se suele recurrir mucho a la medicación cuando las causas del deseo sexual hipoactivo suelen ser más circunstanciales o situacionales, que hormonales u otras causas médicas (obviamente, salvo excepciones).
Entre otros mitos sobre el sexo y el deseo sexual, tenemos mucho en mente este que nos dice que si el sexo no surge de manera espontánea no es igual. En este artículo te explicaremos cómo funciona el deseo sexual en hombres y mujeres, qué es el deseo sexual hipoactivo y qué puedes hacer para aumentar ese deseo que tanto echas de menos.
¿Cómo funciona el deseo sexual y qué es el deseo sexual hipoactivo?
El deseo puede funcionar de distinta manera en hombres y mujeres, de hecho, así se ha dicho toda la vida. Sin embargo, debemos tener cuidado a la hora de generalizar. El deseo sexual es algo muy subjetivo, donde entran muchas variables en juego y, por ende, existen mujeres con mucho deseo sexual y hombres con poco.
Igualmente, dentro de una pareja siempre hay un miembro que tiene más deseo sexual que el otro, lo que no significa que esto les haga incompatibles. Conocer cómo funciona tu deseo y también el de tu pareja será clave para que os entendáis bien en la intimidad y que los dos disfrutéis del sexo.
Por otro lado, podemos decir que existen dos tipos de deseo. En primer lugar, un tipo de deseo sexual es aquel que surge como de la nada o rápidamente tras haber visto un estímulo sexual que te excite. Este es el que está más presente cuando la pareja se acaba de conocer, estamos conociendo a alguien o en la más tierna juventud. Sin embargo, como funciona el deseo sexual puede ir cambiando a lo largo de la vida. En segundo lugar, el otro tipo de deseo es aquel que surge una vez se ha iniciado el juego erótico. Es decir, en primera instancia no te apetecía, pero una vez empiezas, comienzas a excitarte.
A nivel muy clínico, podríamos decir que el deseo sexual hipoactivo se da cuando ninguno de los dos tipos de deseo está presentes. El sexo ya no te interesa, la frecuencia es cada vez más baja o nula. Esto te preocupa, porque además tu relación de pareja se ve resentida.
¿Cuáles son las causas del deseo sexual hipoactivo?
Las causas del deseo sexual hipoactivo pueden ser muy diversas. Como comentábamos lo más común es que sean de origen situacional o psicológico. A continuación, te comentamos las posibles:
- Causas médicas. De entre las causas médicas del deseo sexual hipoactivo podemos destacar las hormonales, las cuales tienen que ver con bajos niveles de andrógenos, altos niveles de prolactina, bajos niveles de estrógenos o la menopausia. Algunas enfermedades como la diabetes también pueden influir o algunos tratamientos farmacológicos como los antidepresivos.
- Causas psicológicas. Estar pasando por una etapa de depresión o de ansiedad o, incluso, estrés postraumático por haber sufrido abuso sexual o una agresión sexual influye directamente en el deseo sexual y una forma de hacerlo es disminuyéndolo.
- Causas circunstanciales. Los problemas en la relación, la falta de comunicación, el estrés laboral, la falta de tiempo por el cuidado de los hijos o la implicación en el trabajo o ambas, discusiones, estrés familiar o la falta de refuerzos positivos dentro de la relación de pareja son las causas más comunes del deseo sexual hipoactivo.
Estas últimas causas son las causas más habituales de la falta de deseo sexual y, por desgracia, sobre las que menos control tenemos para cambiarlo. A continuación, te damos algunas claves que puedes llevar a cabo para recuperar la pasión.
Estrategias para reequilibrar el deseo sexual en la pareja
1. Comunícate
Habla con tu pareja de cómo te sientes. Explica qué crees que te puede estar pasando, cuéntale qué es lo que te gusta y lo que no dentro de tus relaciones sexuales. Ten en cuenta que si no estás disfrutando de tus encuentros eróticos lo más probable es que no te apetezca repetir.
2. Dedica tiempo a la pareja
Si la causa es la falta de refuerzo positivo dentro de la relación, es decir, no hay incentivos que os diviertan que os hagan pasar tiempo de calidad juntos, el deseo sexual se va apagando con ello. Haz planes con tu pareja. Nuevamente, es lógico pensar que no te apetece acostarte con alguien con el que no compartes tiempo, te aburres o de lo único que habláis son de las responsabilidades en común.
3. Cuida los gestos de cariño
Cuando entramos en la rutina y estamos bajo el efecto del estrés es muy habitual que se nos olvide dar un beso a nuestra pareja, un abrazo o algún mimo dentro de la convivencia. Damos por hecho que la pareja está ahí y que no hay que cuidar estos gestos porque, supuestamente, salen solos. Además, es un gesto que no cuesta nada, no quita tiempo y aviva la chispa perdida.
4. Planifica el sexo
Quítate de la cabeza que si el sexo no es espontáneo no te gusta. Sabemos que quizás sea más frío. Sin embargo, cuando las responsabilidades de la vida adulta nos invaden hay que sacar hueco de donde haya. Ojo, esto no significa que tengáis que hacer en ese hueco todas las prácticas eróticas que se os ocurran. Hasta donde lleguéis estará bien. El objetivo es que también tengáis tiempo y espacio para el contacto físico e íntimo.
5. Potencia tus fantasías sexuales
Las fantasías avivan nuestra imaginación. Lo que ocurre es que a menos sexo practicamos, menos fantasías tenemos y, por lo tanto, más deseo sexual hipoactivo. Lo bueno es que, al revés, también pasa. El deseo aumenta si aumenta el sexo. Con lo cual es un círculo sin fin que puede girar para un lado o para el otro. Piensa en qué prácticas eróticas te gustaría realizar con tu pareja para aumentar tu deseo.
6. Sal de la rutina sexual
Quizás la falta de deseo se deba a que siempre hacéis lo mismo y en el mismo orden. El sexo se ha vuelto aburrido, con lo cual, no apetece repetir. De nuevo, piensa en qué otras cosas te gustaría hacer y llévalas a cabo. Sorprende a tu pareja y/o cambia el orden en el que soléis empezar el juego erótico.
7. Ve a terapia sexual y de pareja
Si después de aplicar todo esto y, sobre todo, si el deseo sexual hipoactivo lleva mucho tiempo en tu vida, lo mejor es que acudas con tu pareja a una terapia sexual. Seguramente, sean otras causas y variables las que os estén afectando y estén impidiendo que vuestras relaciones sexuales sean más satisfactorias y frecuentes.
Conclusiones
Con todo, es posible que no se recupere el deseo sexual del principio. Tenemos que entender que el deseo sexual cambia. Cambia a lo largo de la vida, según el ciclo vital en el que nos encontremos y cambia también según las circunstancias que nos rodeen.
Recuerda que estas son solo algunas pautas si ves que tu deseo sexual ha bajado en las últimas semanas. Lo importante es que veas de dónde puede venir, qué está ocurriendo a tu alrededor y cómo estás tú para que puedas detectarlo y, así, poner en práctica algunas de las soluciones que te hemos dado.
Si tu falta de deseo sexual lleva tiempo estando presente insistimos en que lo más recomendable es que acudas a terapia sexual y de pareja. En dicha terapia se te hará a ti a tu pareja una evaluación profunda para detectar las posibles causas, qué puede estar influyendo y ver, de manera personalizada, cómo se puede solucionar.
Terapia de Pareja en Cartagena