¿En que consiste el síndrome del impostor?
Desde nuestra clínica de psicólogos en Cartagena queremos dar respuesta a la siguiente cuestión ¿En que consiste el síndrome del impostor?
Se trata de un sentimiento paralizante, de duda y miedo sobre si realmente somos lo suficientemente buenos para tener éxito, de hecho, los logros son a menudo atribuidos al azar o la suerte. Este sentimiento acaba generando una baja autoestima y sintomatología ansiosa.
Por lo general, lo tenemos tan interiorizado que es difícil tomar consciencia de ello. Es un temor constante a que los demás “se den cuenta” de que no tenemos las capacidades necesarias para tener éxito, que no somos merecedores de ello.
Este síndrome no solo afecta al ámbito laboral si no que puede verse afectado también el ámbito social, académico y/o familiar.
¿Y si lo estoy sufriendo sin darme cuenta?
Aquí dejamos algunas características para que puedas valorar si realmente estas atravesando ese síndrome.
Boicot a uno mismo
El lenguaje que usamos con nosotros mismos importa y mucho. Resulta un factor determinante en la formación y crecimiento de nuestra autoestima. Este tipo de síndrome se caracteriza por un dialogo interno marcado por el auto-sabotaje y los escasos elogios. Un constante “No vale la pena intentarlo, no eres lo bastante bueno”. Nuestra mente es una esponja que se cree todo lo que le decimos por lo que debemos tener cuidado con la forma en que nos dirigimos a ella.
El fraude
Se produce un miedo muy grande a que los demás se den cuenta de que no valemos lo suficiente a pesar de haber invertido mucha formación, horas y trabajo en él. Hay una gran falta de confianza.
Alcanzar la perfección
Somos humanos, cometemos errores y no somos perfectos… ¡y es una suerte! Si fuera posible alcanzar la perfección, viviríamos amargamente con la obsesión y la exigencia de alcanzarla… Esto ocurre en el síndrome del impostor por este motivo no debemos dejarnos llevar por esta agonía.
No me lo merezco
Una creencia totalmente arraigada en este tipo de pensamiento es el no ser “merecedor” de los éxitos que se van alcanzando, atribuyendo cada logro a la suerte, a coincidencias del azar que nada tienen que ver con nuestro talento o trabajo. Esto genera sensación de vacío y un profundo malestar con nosotros mismos.
¿Cómo combatir el síndrome del impostor?
Para tomar consciencia de este problema, es fundamental vernos como nuestro amigo, no nuestro enemigo. Es decir, debemos abogar por la autocompansión, trabajarla poco a poco para validarnos a nosotros mismos y poder así liberarnos de esa ansiedad. Un buen comienzo es reconocer nuestras victorias, por pequeñas que parezcan , todas son importantes.
Hay muchas cosas que no dependen de nosotros, es muy importante diferenciar lo que está en nuestra mano y lo que no, porque a menudo queremos poder con todo sin ser conscientes de lo que se escapa a nuestro control.