Como gestionar los problemas psicológicos derivados de los complejos
Desde nuestra clínica de psicólogos en Cartagena os traemos un artículo acerca de como gestionar los problemas psicológicos derivados de los complejos.
Muchas personas acuden a nuestra clínica señalando que el motivo por el que necesitan ayuda psicológica profesional tiene que ver con sus complejos. Complejos con la propia apariencia, complejos sexuales, complejos acerca del nivel de inteligencia que se tiene, etc. En definitiva, una amplia variedad de fuentes de inseguridades personales que producen malestar y dañan la autoestima de las personas.
En este artículo veremos en qué consisten los complejos y exploraremos posibles soluciones a los problemas psicológicos asociados a ellos.
¿Qué son los complejos?
Los complejos pueden ser entendidos como el conjunto de creencias e ideas preconcebidas que tenemos acerca de nuestras imperfecciones (reales o ficticias), sobre todo aquellas que tienen que ver con cómo somos percibidos socialmente.
Por ello, los complejos están estrechamente relacionados con el concepto de autoestima, aunque este último ha sido más desarrollado e investigado desde la Psicología y el primero forma parte más bien del lenguaje popular. Cuando se dice que una persona tiene complejos, normalmente se hace referencia a características físicas o mentales que teóricamente la dejan en una mala posición en comparación con los demás, y que hacen que se sienta mal con parte de su identidad o de su manera de ser.
Así pues, tal y como ocurre con la autoestima, los complejos tienen una parte intelectual y otra parte emocional. La parte intelectual está compuesta por las ideas sobre uno mismo que pueden ser expresadas a través de palabras, es decir, contenidos mentales que pueden ser transmitidos a los demás de un modo relativamente preciso mediante el lenguaje. Y la parte emocional es el componente subjetivo, el conjunto de sensaciones y sentimientos asociados a esas creencias, y que va más allá de las palabras. Se puede decir que es este último elemento emocional el que actúa como fuente de motivación para que la persona adopte una estrategia u otra a la hora de abordar sus complejos.
Por ejemplo, algunas personas optan por disimular aquello que les hace sentir mal a través de elementos físicos como el maquillaje, los zapatos de suela alta, la ropa negra, etc. Otras personas optan por una estrategia prácticamente opuesta a la anterior, exponiendo por ellas mismas sus inseguridades para que nadie más pueda hacerlo obteniendo la misma respuesta social. Y más allá de estas, existen otras maneras de gestionar los complejos, independientemente de lo acertadas que resulten: evitar pensar en ellas, intentar corregirlas de manera definitiva, etc.
¿Cómo gestionar los problemas psicológicos derivados de los complejos?
Aunque tal y como hemos visto es normal tener ciertas inseguridades y complejos, nadie tiene por qué resignarse a dejar que estas fuentes de malestar dañen significativamente su calidad de vida. Por suerte, existen maneras de gestionar y superar estos problemas; en algunos casos es necesario asistir a psicoterapia, pero en otros de menos severidad puede ser suficiente con adoptar nuevos hábitos y estrategias de manejo de las emociones. A continuación puedes leer recomendaciones para superar los problemas por complejos.
1. Establece hasta qué punto es algo que escapa a tu control
Algunas personas se obsesionan con supuestas imperfecciones que prácticamente no pueden ser modificadas, como por ejemplo la estatura. Es muy importante reflexionar acerca de hasta qué punto aquello que nos hace sentir mal acerca de nosotros mismos puede ser cambiado, y si no lo es, qué nos puede aportar pensar constantemente en cómo deberíamos ser en oposición a cómo somos en realidad.
Esto puede llevar varios días, pero lo recomendable es dedicar unos pocos minutos diarios a reflexionar y tomar apuntes sobre ello durante alrededor de una semana, repasando temas como: cómo sabemos si podemos cambiar esa característica a voluntad, qué problemas nos puede traer asumir que podemos cambiar lo que no puede ser cambiado, qué diferencia puede suponer dejar de compararnos con ese “Yo” ideal, etc.
2. Crea un panel DAFO
Este panel debe tener forma de cuadrado dividido a su vez en cuatro cuadrados del mismo tamaño. En estos debes escribir un breve listado de tus fortalezas, tus oportunidades, tus debilidades y las amenazas o riesgos que afrontas, teniendo en cuenta tus características. De este modo te resultará más sencillo pasar de describir tus complejos como propiedades estáticas y desconectadas de tu desarrollo persona, a describir oportunidades de mejora.
3. Cuídate físicamente
Es muy importante que cuides de tu salud y de tu higiene, y que cuides de tu apariencia pero sin obsesionarte con ella. Si mantienes tu cuerpo en buen estado, aunque no te des cuenta, tenderás a ser capaz de ver con mayor facilidad tus virtudes, y muchos de los sesgos pesimistas que sueles utilizar para interpretar la realidad (y para percibir tu manera de ser) quedarán desactivados.
4. Rodéate de personas que aprecien los aspectos positivos que hay en ti
Muchas veces, los problemas por complejos surgen sobre todo a causa de haber mantenido relaciones tóxicas. Desprenderse de estas personas que no aportan nada bueno y pasar a prestar más atención a las que no nos juzgan de manera cruel es una medida muy eficaz no solo de mantener un nivel adecuado de autoestima, sino también de recompensar a quienes de verdad nos merecen.
5. Si nada funciona, ve a terapia
Recuerda que la psicoterapia es otro recurso perfectamente válido para abordar esta clase de problema, sobre todo teniendo en cuenta que años de investigación en el ámbito de la Psicología han permitido desarrollar maneras eficaces de reforzar la autoestima (eso sí, desde la atención personalizada que solo un profesional puede ofrecer).