Diferencias entre acudir a terapia psicológica o recurrir a la autoayuda
Desde nuestra clínica de psicólogos en Cartagena queremos hablaros acerca de las diferencias entre acudir a terapia psicológica o recurrir a la autoayuda.
La autoayuda no es un género reciente. Existe desde hace milenios. Su precursor más lejano se puede rastrear hasta el Antiguo Egipto, donde existía un género llamado “Sebayt”, que significa literalmente enseñanzas o instrucciones. Estos textos no seguían un estilo literario específico, pero tenían una finalidad común: instruir transmitiendo ciertas enseñanzas éticas y cívicas que reflejaban la manera de vivir la verdad.
Las “Máximas de Ptahhotep”, por ejemplo, escritas entre 2375 y 2350 a.C., es una colección de proverbios morales que asumen la forma de consejos e instrucciones de un padre a su hijo. Aquellos antiguos textos egipcios ofrecían meditaciones, aforismos y máximas que orientaban a las personas sobre cuál era la mejor manera de vivir.
Mucho tiempo ha pasado desde entonces, pero el interés por ese tipo de contenidos no ha decrecido, más bien al contrario. En la actualidad, casi la mitad de los superventas de Amazon son precisamente libros de Psicología o Autoayuda. Entre los libros más vendidos de Psicología se encuentran algunos que ya se consideran clásicos del género, como “El poder del ahora”, “El hombre en busca de sentido” o “El monje que vendió su Ferrari”.
¿Qué problemas se pueden abordar con la autoayuda?
La autoayuda está orientada a activar nuestros recursos de sanación. Nos brinda pautas para comprender y lidiar con determinados problemas o alcanzar ciertos objetivos, ya sea a través de la guía de libros, los grupos de apoyo u otros recursos elaborados por profesionales, pero que no implican la participación directa de estos.
Aunque a menudo ha sido denostada, en realidad la autoayuda puede ser una herramienta muy útil para abordar algunas dificultades cotidianas, como las preocupaciones excesivas, el estrés, el miedo a hablar en público o la ansiedad. Sin embargo, es importante recurrir a fuentes legítimas, científicas y basadas en evidencias.
El universo de la autoayuda es muy amplio, de manera que también incluye libros inspiradores, pero que no brindan recursos prácticos para solucionar los problemas, por lo que pueden terminar generando frustración. También existen contenidos que pueden ser iatrogénicos, por lo que hay que ser selectivos a la hora de leer.
Sin embargo, los recursos de autoayuda que se basan en métodos terapéuticos validados han demostrado ser bastante eficaces. Un estudio realizado en la Universidad de Alabama, por ejemplo, analizó productos de autoayuda grabados y escritos que habían sido especialmente diseñados para abordar desde los malos hábitos hasta los miedos, la depresión o potenciar el desarrollo de determinadas habilidades y concluyó que recurrir a la autoayuda es mejor que no someterse a ningún tratamiento y que en algunos casos incluso puede ser una alternativa tan eficaz como la psicoterapia.
Incluso sus resultados pueden ser duraderos. Otra investigación reveló que los avances logrados con los recursos de autoayuda de orientación cognitiva duraban al menos tres años, en el caso de las personas con depresión. Eso significa que han generado una transformación interior importante como para evitar las recaídas.
De hecho, los buenos libros de autoayuda no solo pueden ayudarnos a comprender el origen de nuestro problema, sino que también nos proporcionan herramientas prácticas para lidiar con esas dificultades, desde métodos de reestructuración cognitiva hasta técnicas de relajación.
Obviamente, los libros de autoayuda no son mágicos. Su utilidad depende en gran medida de cómo los leamos. Debemos implicarnos y realizar una lectura reflexiva. No basta con tomar nota. Necesitamos reestructurar su contenido, ajustarlo a nuestra realidad y, por supuesto, seguir sus recomendaciones. El libro de autoayuda mejor estructurado del mundo será ineficaz si no estamos dispuestos a aplicar sus enseñanzas o seguir su método.
¿Cuándo ir a terapia psicológica?
A veces los libros de autoayuda no son suficientes y es imprescindible contar con el apoyo de un psicólogo. Existen situaciones particularmente complejas y/o trastornos psicológicos que deben ser abordados directamente por un profesional. Estas son algunas de las señales principales que indican que es necesario ir a terapia psicológica:
1. El trastorno es grave
Los trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia, implican una pérdida de contacto con la realidad y la disminución de la capacidad crítica, por lo que demandan un tratamiento personalizado y en algunos casos incluso es necesario recurrir a la medicación. Otros trastornos psicológicos graves, como la depresión mayor, la ansiedad generalizada o la agorafobia, también deben abordarse con la psicoterapia.
2. El problema lleva años instaurado
Si se trata de un conflicto de larga data o un trastorno que lleva años instaurado, es difícil solucionarlo apelando únicamente a la autoayuda y los recursos propios. En esos casos suele haber patrones de pensamiento negativos, creencias irracionales, malos hábitos o incluso circunstancias personales limitantes que alimentan el problema pero que resulta complicado detectar sin la mirada experta de un psicólogo.
3. Las emociones están fuera de control
Cuando nos sentimos abrumados o sobrepasados por la situación, es conveniente ir a terapia psicológica. También es buena idea pedir ayuda si experimentamos emociones muy intensas que afectan nuestro bienestar, como la ira, la rabia, el resentimiento o la culpa. La aridez emocional es otro motivo de alarma. Si experimentamos una gran apatía o una sensación de desesperación o vacío es vital buscar apoyo ya que esos estados pueden conducir a ideas suicidas.
4. La fuerza de voluntad no es suficiente
La fuerza de voluntad y la disciplina son esenciales para plantar cara a los problemas psicológicos. Pero desde nuestra clínica de psicología en Cartagena creemos que “demasiadas veces la fuerza de voluntad se demuestra fallida ante las pulsiones inconscientes que dominan nuestra conducta. Dicho de otro modo, cuando uno se repite a sí mismo ‘no lo voy a hacer más’, pero en cambio se ve sometido al empuje a la repetición, sin ninguna oportunidad de control”. En esos casos, “conviene huir del slogan de libro de autoayuda: ‘Querer es poder’ y asumir una posición más realista que favorezca la entrada en tratamiento”.
5. Siente la necesidad de hablar
Hablar de los problemas suele ser beneficioso. Expresar lo que sentimos o pensamos no solo tiene un efecto catártico, sino que a menudo también nos permite descubrir nuevas perspectivas o soluciones, en particular cuando nuestro interlocutor es un psicólogo. Por esa razón, pedir orientación psicológica sobre temas que nos preocupan, ya sea la crianza de los hijos o un conflicto de pareja, puede ahorrarnos problemas y dolores de cabeza en el futuro.
Como colofón, es importante tener en cuenta que la autoayuda y la terapia psicológica no son dos opciones antagónicas. Un estudio sobre la prescripción del material de autoayuda indicó que casi el 90% de los terapeutas lo consideran útil. Entre el 60 y 88% de los psicoterapeutas han recomendado alguno de estos libros a sus clientes y casi el 50% reconoce hacerlo a menudo. Sin embargo, si algo nos preocupa o afecta y creemos que no podremos lidiar con esa situación solos, lo mejor es pedir ayuda.
