Relación entre drogas y depresión
Desde nuestra área de tratamiento de adicciones en Cartagena queremos hablaros acerca de la relación entre las drogas y la depresión.
El consumo de drogas puede empeorar los síntomas de la depresión y, en algunos casos, provocarlos. Cambiar los hábitos de consumo o tratar una posible adicción subyacente puede ayudar.
¿Qué es la depresión y cómo se desencadena?
Todos tenemos días en los que nos sentimos un poco bajos de ánimo o deprimidos. Pero en algunas personas estos sentimientos no desaparecen, empeoran y pueden llegar a interferir en su día a día, lo que en muchos casos significa que están sufriendo una depresión.
En ocasiones (aunque no siempre) hay un desencadenante de la depresión, como por ejemplo padecer una enfermedad grave y/o crónica, tener dificultades en las relaciones sociales, sufrir un divorcio, haber perdido a un ser querido, tener problemas laborales o directamente estar desempleado.
El desencadenante también puede estar relacionado con el consumo abusivo de algún tipo de droga (cannabis, alcohol, cocaína, etc.) o directamente con tener una adicción.
Además, conviene tener en cuenta que no son pocos los casos en las que el consumo de drogas puede empeorar los síntomas de una persona que previamente padecía depresión por otras causas.
Síntomas de la depresión
Los síntomas de la depresión pueden ir desde leves a graves y ser tanto físicos como psicológicos, variando en función de cada caso.
Algunos de los síntomas psicológicos de la depresión más característicos son los siguientes:
• Experimentar tristeza o bajo estado de ánimo con mucha frecuencia o de manera permanente.
• Estar desmotivado o no tener interés en nada.
• Tener sentimientos de desesperanza o impotencia.
• Pensar en hacerse daño a uno mismo.
Dentro de los síntomas físicos podemos destacar los siguientes:
• Falta de energía.
• Trastornos de sueño.
• Bajo deseo sexual.
• Cambios en el apetito (generalmente disminución, pero a veces aumento) y el peso.
En el caso de que se experimenten estos síntomas con frecuencia y se observe que no desaparecen con el paso de la semanas, es recomendable acudir a un psicólogo especializado en depresión y si a su vez estos síntomas están vinculados al consumo de drogas o la adicción a las mismas, puede resultar de gran ayuda consultar a un psicólogo experto en el tratamiento de adicciones.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que en ocasiones la depresión puede estar asociada a la ansiedad. Sentirse angustiado y/o preocupado de manera constante puede conducir a un estado depresivo. Y en el sentido opuesto, puede que los síntomas propios de la depresión favorezcan la aparición de ansiedad.
Finalmente indicar que en el caso de que además de la depresión haya un problema de adicción a las drogas, también se observarán los síntomas de la adicción al tipo de droga que se trate.
¿Cómo se relacionan adicciones, drogas y depresión?
Como hemos comentado anteriormente, la depresión, las drogas y las conductas adictivas pueden estar relacionadas; y de hecho a veces es difícil determinar qué ha aparecido primero.
Puede ocurrir que una persona deprimida acuda al consumo de sustancias como el alcohol, la cocaína o el cannabis como vía de escape. Y en el sentido opuesto, se observan casos en los que personas sanas comienzan a consumir drogas con fines recreativos y terminan teniendo una depresión debido al propio consumo (por el efecto supresor del sistema nervioso central, síndrome de abstinencia, etc.) y/o a las consecuencias que implica el consumo excesivo en la vida del afectado (lo cual ocurre especialmente cuando se entra en la espiral de la adicción y aparecen problemas personales, en el trabajo, en los estudios, etc.).
¿Qué dice la ciencia sobre la vinculación entre drogas y depresión?
En la literatura científica podemos encontrar diferentes investigaciones que evidencian la vinculación entre problemas de salud mental como la depresión y el uso o el abuso de drogas y medicamentos:
Alcohol y depresión
Beber en exceso y con regularidad se asocia a la depresión.
Diferentes estudios, como uno de la Universidad de Rochester (Nueva York), indican que la prevalencia de la depresión mayor es más frecuente entre los individuos dependientes del alcohol, lo cual perjudica severamente la vida familiar, laboral y personal de los afectados.
Además aquí se corre el riesgo de entrar en un dañino círculo vicioso, ya que es habitual que para intentar sobrellevar mejor el fracaso, la pérdida de relaciones sociales y otro problemas, se acuda todavía más al alcohol como mecanismo de evasión o alivio, con el consiguiente riesgo de caer en una dependencia o adicción.
El alcohol -al igual que el resto de drogas- altera el equilibrio químico del cerebro y los procesos del sistema nervioso central, lo cuál permite encontrar ese alivio o esa ansiada relajación a corto plazo, pero a medida que se consume, la tolerancia al alcohol va aumentando, con lo que con el paso de las semanas, para obtener los mismos resultados, hay que consumir una mayor cantidad y es aquí donde podemos pasar de tener “solo” un problema de depresión a uno de depresión asociada a una adicción, con todo lo que ello implica en cuanto a la complejidad del tratamiento.
Marihuana y depresión
En España muchas personas consumen cannabis por ocio, para relajarse o para intentar calmar los síntomas depresivos, pero es conveniente saber lo siguiente:
Según la literatura científica es cierto que fumar marihuana puede reducir los síntomas de depresión a corto plazo, pero no hay que olvidar que el consumo frecuente de esta sustancia puede provocar que a largo plazo la situación empeore seriamente y aparezcan una depresión mayor o brotes psicóticos, entre otros posibles problemas.
Además, cabe señalar que está estudiado que el consumo de marihuana antes de los 18 años aumenta de manera significativa el riesgo de padecer depresión, tener tendencias suicidas y presentar comportamientos psicóticos entre los 18 y los 32 años.
Depresión, cocaína y drogas de diseño
Las cocaína y las drogas de diseño (p.e metaanfetaminas) no están tan extendidas y en general no alcanzan el grado de consumo observado en el alcohol y el cannabis, pero suponen un riesgo muy importante pues ambas se asocian con serios problemas de depresión mayor, brotes psicóticos y el desarrollo de otros trastornos como la esquizofrenia.
Medicamentos que pueden inducir depresión
Algunos medicamentos pueden tener efectos depresivos si se consumen con frecuencia y, sobre todo, sin control médico.
Dentro de ellos podemos destacar los que se indican a continuación:
• Benzodiacepinas, empleadas para el tratar la ansiedad.
• Medicación para el párkinson como la levodopa.
• Fármacos estimulantes para tratar la somnolencia diurna.
• Betabloqueantes, empleados para controlar la tensión alta.
• Corticoides: usados frente afecciones autoinmunes, procesos inflamatorios, etc.
Depresión y drogas duras (o blandas)
Muchos pacientes creen que el riesgo de padecer trastornos como la depresión solo tiene lugar cuando se consumen drogas duras como la cocaína o determinadas drogas de diseño. Pero como hemos visto a lo largo del artículo, esta idea es equivocada, pues está demostrado tanto en la literatura científica como en la práctica clínica diaria de psiquiatras y psicólogos que drogas supuestamente blandas como el alcohol o la marihuana también pueden estar detrás de cuadros de depresión muy serios.
De hecho, muchos científicos entienden que es un error clasificar las drogas en duras o blandas. Y en caso de admitir esa clasificación, a diferencia de lo que cree la población general, consideran que el alcohol y el cannabis son drogas duras, independientemente de la aprobación social que tengan.