Razones por las que es difícil dejar de fumar
Desde nuestra área de tratamiento psicológico de adicciones en Cartagena os traemos un articulo acerca de de razones por las que es difícil dejar de fumar.
La primera razón es que nos asustan los síntomas físicos a los que nos vamos a enfrentar una vez tomemos la decisión de dejar de fumar. Es el llamado síndrome de abstinencia de la nicotina, que se inicia a las pocas horas del último cigarrillo y llegan a un máximo de intensidad entre el primero y cuarto día. Los signos que conforman el síndrome de abstinencia son cuatro o más de los siguientes (DSM IV-TR): estado de ánimo disfórico o depresivo; insomnio; irritabilidad, frustración o ira; ansiedad; dificultades de concentración; inquietud; disminución de la frecuencia cardiaca y aumento del apetito o del peso. Muchas veces conocer esta lista de síntomas nos asusta mucho. No obstante, si sabemos que sentir estos síntomas es una muestra de que estamos tranquilizando a nuestro sistema nervioso, la abstinencia se puede convertir en una dinámica entretenida durante 21 días en el que cada síntoma que soy capaz de sentir es una batalla ganada y además resta importancia al fantasma de la abstinencia.
Hay evidencias de que a la hora de apagar el último cigarro se produce un enlentecimiento de las ondas cerebrales medidas en electroencefalograma y una disminución de las hormonas del estrés, catecolaminas y del cortisol. Es decir, que desde el primer momento que nuestro cuerpo deja de recibir nicotina empezamos a sanar, empieza a sanar nuestro sistema nervioso, nuestro corazón y nuestros pulmones, nuestro sistema circulatorio, etc. Son evidentes los múltiples beneficios que tenemos al dejar de fumar incluso desde el momento de apagar nuestro último cigarrillo.
Por la experiencia en los tratamientos, este fantasma del “enorme síndrome de abstinencia” no es donde conviene poner nuestra atención, sino que es más útil poner el foco en ser conscientes de que nos estamos sanando, así el proceso es fácil y hasta disfrutable. En nuestra clínica de psicólogos en Cartagena, a los pacientes solemos proponerles empezar a trabajar poniendo conciencia en el acto de fumar, que el objetivo sea darse cuenta de todos los detalles posibles de cómo fuma, qué siente, qué piensa y qué hace mientras que fuma el primer cigarrillo. En este proceso de darse cuenta, muchos llegan rápido a la incoherencia de lo que piensan y sienten, de que no disfrutan de esta conducta ya automatizada, otras veces no nos sienta bien el cigarro porque sabemos que nos estamos matando.
Lo más difícil de dejar de fumar es asumir que estamos tomando la decisión con la mente consciente un 12% y tenemos un 88% que es la mente inconsciente. Tenemos que conseguir contactar con nuestra memoria emocional inconsciente, hacer un pacto con ella para que en momentos de estrés no consiga engañarnos.
Trabajar las creencias irracionales sobre el tabaco, nos permite crear coherencia y el cuerpo empieza a estar en equilibrio, nos permite construirnos una serie de argumentos conscientes que nos recuerdan que lo mejor que podemos hacer en nuestra vida es dejar de fumar. Sin estimulantes, nuestro estrés disminuirá y nos permitirá vivir un estilo de vida creativo dejando atrás la supervivencia. Para crear la vida que queremos, debemos conseguir estar en coherencia entre nuestro corazón y nuestro cerebro y en el corazón. Podemos decir que en nuestro corazón, metafóricamente hablando es donde está nuestra memoria emocional. La memoria emocional salta en momentos de estrés y nos dice” fúmate un cigarro”. Sin embargo, esa inquietud no es nada comparada con la satisfacción de estar templando tu adicción.
La adicción al tabaco no es nada más que un chupete para calmarnos. Pero ya a nuestra edad ¿no te parece más saciante saber calmar nuestro corazón y nuestra mente, con nuestros propios recursos?