Traumas
El Trauma es dolor o daño. Los traumas se generan por una vivencia dolorosa que impacta en el equilibrio emocional de la persona.
Un trauma puede producirse a cualquier edad, sin embargo, es en la infancia y en la adolescencia cuando las personas son más vulnerables y quedan marcadas con más fuerza por lo que les sucede. A estas edades no se tiene una personalidad definida y se tiene poca capacidad de respuesta para hacer frente a acontecimientos que influyen negativamente.
Algunas situaciones que pueden provocar un trauma:
- Violencia y/o acoso.
- Abusos sexuales, físicos y/o verbales.
- Experiencias con desastres naturales como terremotos, fuegos, inundaciones, etc.
- Pérdidas.
- Haber visto o estado inmerso en accidentes graves, o situaciones duras.
- Problemas médicos que provocan impotencia y desenlaces inesperados.
- Muerte o desaparición de un ser cercano.
- Hechos percibidos por el adolescente como peligrosos.
- Otros.
Duelos
La manifestación más común por una pérdida traumática la integran los Duelos, el joven no tiene madurez emocional y no sabe cómo reaccionar, ni actuar, ni cómo enfrentar el duelo.
Así, la pérdida de una amistad o relación sentimental, el cambio de clase, el mudarse de ciudad, la separación de los padres, la muerte de un ser querido…constituyen pérdidas que alteran el ritmo de vida e incluso pueden afectar el comportamiento del adolescente.
Una de las reacciones más preocupantes es que intentará evadir la realidad; desarrollará en muchos casos comportamientos desmedidos, como excederse en las fiestas, falta de interés por los estudios, mal carácter, puede llegar incluso a consumir alcohol y drogas. Esta actitud de “no importa” es, en realidad, un intento desesperado de no afrontar una pérdida.
Las reacciones del adolescente frente al duelo son similares a las del adulto, sin embargo, debemos darle especial atención a las siguientes:
- Rabia.
- Culpa y auto-reproches.
- Sentir enloquecer.
- Ideas suicidas.
- Incomprensión.
- Rebeldía.